En el mes de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2. El 14 de marzo, el Gobierno de España aprobaba el Estado de Alarma en todo el territorio español para afrontar la situación de emergencia sanitaria, imponiendo el confinamiento domiciliario estricto hasta el día 2 de mayo del mismo año. A partir de entonces, se fueron reduciendo las restricciones, pero muchas se han mantenido hasta finales de 2021. Este contexto de crisis sanitaria y socioeconómica está teniendo unos efectos directos sobre el movimiento de las personas, sobre las relaciones y sobre la economía global.
Partiendo de la evidencia de que una situación de crisis tiene un impacto negativo sobre las desigualdades ya existentes, además de diferencial según las circunstancias sociales y materiales de las personas, consideramos necesario incluir la perspectiva feminista en la interpretación de los datos que se generan.
Para entender cómo esta crisis global está afectando a las violencias machistas, vamos a tener en cuenta dos tipologías de datos: los que nos hablan sobre algunas de las violencias directas que sufren mujeres y niñas; y aquellos que nos ayudan a entender algunas desigualdades estructurales, es decir, violencias económicas, laborales, que afectan a la salud, a la vivienda, a los cuidados de las personas, que facilitan la existencia de las violencias directas (físicas, psicológicas, sexuales...) y dificultan la salida de la violencia, a la vez que se ven sostenidas por ellas.
Como ya hemos señalado en otras secciones, la violencia machista es un continuum, un fenómeno multidimensional y multifactorial, irreductible a números. Sin embargo, es necesario y útil hacerla visible ya que ha sido históricamente ocultada y, por ello, naturalizada.
Debemos recordar, eso sí, que los datos nunca reflejan la totalidad de las violencias existentes, puesto que representan, por ejemplo, solo las denuncias policiales (según la Macroencuesta de Violencia de Género de 2019, apenas el 21,7% de las mujeres que declararon haber sufrido violencias machistas habían denunciado, tasa que se reducía al 5,4% si la violencia había sido ejercida por la pareja actual) o el uso de servicios públicos de atención a las violencias.
Datos disponibles sobre las violencias directas
Categoría | Indicador | Ámbito territorial | Fuente |
Denuncias policiales |
Hechos conocidos; Victimizaciones; Denuncias; Investigados; Condenados |
Estado español |
Portal estadístico de Criminalidad
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Denuncias policiales |
Hechos principales; Rupturas de condena; Denuncias; Detenidos; Victimas atendidas (En el ámbito de la pareja y en el ámbito familiar) |
Catalunya | Departament d’Interior |
Llamadas a servicios de información y emergencia |
Llamadas al 016 Llamadas a la línea 900900120, contra la violencia masclista |
Estado español Cataluña |
Ministerio de Igualdad http://estadisticasviolenciagenero.igualdad.mpr.gob.es/ Generalitat de Catalunya, Institut Català de les Dones |
Atenciones realizadas en servicios especializados |
Atención a víctimas de abuso sexual (Madrid) Atención en urgencias hospitalarias a víctimas de agresión sexual |
Ciudad de Madrid Ciudad de Barcelona |
Ayuntamiento de Madrid: Centro de Crisis 24 horas
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Confinamiento: disminución de denuncias y aumento de llamadas a teléfonos de información y atención
Durante los meses de confinamiento domiciliario, se observaron cambios en dos de los indicadores principales: las denuncias policiales y en juzgados, y las llamadas a los números de atención e información sobre violencia de género:
Durante los meses siguientes se registraron pequeños repuntes y en 2021 los valores han vuelto a su tendencia habitual.
El incremento substancial de llamadas a los teléfonos de atención, tanto estatal como autonómicos, puede ser debido a diversos factores también: el cierre de los servicios habituales y la situación de incertidumbre provocó que tanto las mujeres afectadas como las y los trabajadoras/es sociales buscaran información telefónica; la restricción de movimientos trasladó las consultas presenciales a las telefónicas.
Pero como apuntábamos, es necesario visibilizar datos que nos hablen sobre las desigualdades sistémicas, agudizadas en momentos de crisis, para situar estos indicadores en una panorámica más general. En la siguiente entrada podemos visualizar algunos indicadores estructurales.